¡Español!

Por fin he puesto en práctica lo que había propuesto hace una década. Sí. Sí. Sí. ¡El teclado en castellano ya está en funcionamiento! La verdad que es una agradable sensación esto de poder escribir oraciones adecuadas y seguir las reglas ortográficas como el digno castellano se merece. Me costará adaptarme y adquirir velocidad al tipear. Pero como estoy en un período de perseverancia absoluta, no me costará tanto. Bueno, eso espero.

Ya tengo el pelo bastante largo y, como algunos de ustedes podrán imaginar, bastante deprolijo. Últimamente muchos me están diciendo que les había gustado mi antiguo corte (ver foto). Y cada vez que me veo al espejo sin poder controlar los cachos de cabello que libremente vascilan en el aire, muchas ganas de deshacerme de ellos tengo.

¿Qué dicen? Ahora que empieza la primavera y que he decidido a reempezar con muchas cosas de mi vida como mi nuevo hogar en uno de los barrios más precarios de Seúl, como el nuevo sistema en la academia de inglés, como el nuevo semestre en el máster, o como la nueva meta de adelgazar cinco kilos antes del verano, no estaría mal darle un look nuevo a mi estilo. Además un poco estética viene bien al ego. Eso sí, no sé si tengo la valentía suficiente de desarraigar una parte mía que con tanto sufrimiento aguanté durante casi un año.

Vamos a ver que decisión tomo.